Procedimiento
Quirúrgico

Dependiendo de las condiciones del paciente, el procedimiento quirúrgico se puede realizar en una o dos fases. Como ningún paciente es igual, se adapta el proceso quirúrgico a las necesidades individuales.

La primera fase generalmente consiste en:

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Manejo de tejido blando y excisión del remanente de piel y de grasa.

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El objetivo es reducir la distancia entre el hueso y la piel para disminuir la incidencia de complicaciones.

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Reorganización de los grupos musculares para servir un propósito funcional y facilitar el manejo de la extremidad.

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Acomodación de los tejidos blandos alrededor del vástago.

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El remanente del hueso se reamolda y se remueve cualquier espolón óseo.

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Se prepara el canal óseo usando un instrumento especial. El componente interno (vástago) se inserta de forma retrograda asegurando estabilidad y crecimiento óseo.

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En caso de existir un neuroma que cause dolor nervioso, este se remueve y se reposiciona el nervio residual en el grupo de músculos para minimizar problemas nerviosos posteriores.

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El muñón se remodela de forma cosmética y la se cierra la herida por capas.

Se toma un periodo de 6 – 8 semanas posterior a la primera fase, para permitir la osteointegración. Sin embargo, si la cirugía se realiza en una sola fase, la descripción anterior se realizara durante la primera fase quirúrgica.

La segunda fase generalmente consiste en:

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Creación de una apertura circular en la piel (estoma) en la base del muñón. A través de esta apertura, se conecta el adaptador dual cónico al vástago, que ya está integrado en el hueso. Los componentes de la exoprótesis pueden ser conectados posteriormente.